La viticultura se caracteriza por la tradición y la innovación al mismo tiempo. Uno de los mayores hitos en la historia de la viticultura moderna fue el desarrollo de la prensa neumática de vino por Willmes. Lo que hoy se considera el estándar mundial comenzó a principios de los años 50 con una observación inusual al borde de la carretera: el funcionamiento de los neumáticos de los camiones.
Willmes no fabricó sus propias prensas de vino hasta la década de 1950. En su lugar, vendía prensas hidráulicas de otros fabricantes, muy utilizadas en aquella época. Estos sistemas trabajaban a enormes presiones de hasta 300 bares y prensaban la uva de forma selectiva.
El problema: el esfuerzo mecánico era elevado, los tiempos de prensado eran largos y la calidad del zumo se resentía de los picos de presión. El mosto se enturbiaba con frecuencia, contenía más sustancias amargas y perdía frescura y carácter varietal.
La idea decisiva se le ocurrió al fundador de la empresa, Josef Willmes, en una excursión. Conducía detrás de un camión pesado y se preguntó cómo era posible que unos pocos neumáticos pudieran soportar cargas de varias toneladas con una presión interna de tan solo seis bares.
En comparación, las prensas hidráulicas trabajaban con presiones de varios cientos de bares. La idea era obvia: si un neumático de camión puede soportar tanto peso con poca presión pero una gran superficie, ¿por qué no iba a ser posible también prensar uvas con poca presión y una gran superficie?
La constatación: físicamente, la fuerza es la misma, sólo que se distribuye de forma mucho más uniforme y suave.
Willmes experimentó con un nuevo principio. En lugar de aplicar alta presión a las uvas en puntos concretos, una membrana flexible debía transferir la presión uniformemente al mosto desde todos los lados.
La innovación era la llamada prensa tubular, en la que un tubo de aire se hinchaba dentro de la prensa. La presión era de sólo unos pocos bares, pero las uvas se prensaban uniformemente hacia la zona de exprimido gracias a la distribución de gran superficie.
El resultado fue revolucionario. Las bayas ya no se aplastaban con fuerza, sino que se exprimían suavemente. Todas las uvas de la torta de prensado se capturaban uniformemente, sin zonas sin prensar.
Ya en 1951 se concedió a Willmes la patente de la prensa tubular. Esta tecnología no solo era más suave, sino también significativamente más rápida que los sistemas utilizados hasta entonces.
Las ventajas convencieron de inmediato a los vinicultores. Los tiempos de prensado se redujeron considerablemente, ya que el zumo fluyó de forma continua y sin interrupciones. Al mismo tiempo, la calidad del zumo aumentaba porque se extraían menos sustancias amargas. También era especialmente importante preservar la tipicidad varietal, sobre todo en el caso de las variedades de uva sensibles. Además, las nuevas prensas eran eficientes desde el punto de vista energético, ya que trabajaban con bajas presiones.
La prensa tubular se convirtió rápidamente en un éxito internacional y supuso la entrada de Willmes en la producción propia de prensas de vino.
La introducción de la prensa neumática fue algo más que una mejora técnica. Cambió por completo la visión del procesamiento de la uva. Se pasó de una presión máxima a una mecánica suave y una extracción controlada del zumo.
Este principio sigue siendo hoy en día la base de todas las prensas Willmes. Se ha ido desarrollando constantemente a lo largo de las décadas siguientes, incluyendo la tecnología de doble diafragma y los canales de zumo verticales. Sin embargo, el origen de todas estas innovaciones reside en la sencilla pero ingeniosa idea de aplicar presión suavemente sobre una gran superficie.
La invención de la primera prensa neumática por Willmes no fue fruto de la casualidad, sino el resultado de la observación, la comprensión técnica y la voluntad de abandonar los caminos trillados.
La inspiración en un neumático de camión dio lugar a una tecnología que hoy sigue marcando pautas en todo el mundo. La historia de las prensas neumáticas modernas comenzó con la prensa tubular y el ascenso de Willmes como líder en innovación en el campo de la tecnología de prensado para la máxima calidad del vino.